23 DE FEBRERO
Además de nuestros trabajos, nuestras familias, nuestros amigos y nuestra sobriedad, tenemos algo más que muchos de nosotros encontramos a través de A.A. Este algo es la fe en un poder superior a nosotros mismos, al que podemos acudir en busca de ayuda. La fe en ese divino principio del universo al que llamamos Dios, y que permanece a nuestro lado mientras hacemos lo que es debido. Hubo muchos días en el pasado en los que, si hubiésemos hecho un inventario, habíamos encontrado muchos números rojos, sin sobriedad y por lo tanto, sin trabajo, familia, amigos o fe en Dios. Ahora tenemos estas cosas, porque estamos sobrios. – “¿Tomo la resolución cada día de mi vida de permanecer sobrio?”.Meditación del Día
Ama la vida activa. Es una vida plena de alegría. Llénate de alegría en la primavera. Vive al aire libre siempre que puedas. El sol y el aire son grandes fuerzas curativas de la naturaleza, Esa satisfacción interior cambia la sangre envenenada en fluido puro, sano, generador de vida. Pero no olvides jamás que la curación verdadera del espíritu viene de dentro, del íntimo y amante contacto de tu espíritu con el espíritu de Dios día por día.
Oración del Día
Ruego porque pueda aprender a vivir una vida plena. Pido poder disfrutar de un íntimo contacto con Dios en este día, y estar contengo con él.
23 de febrero
Aún siendo niño tuve responsabilidades de adulto, por ello no es de extrañar que me haya convertido en un cuidador. Parecía tan cómodo, tan automático pensar primero en los demás y entregarme completamente a las crisis del momento sin siquiera pensar en mí. Me horroricé cuando tomé conciencia de que esta actitud no representaba uno de mis mejores rasgos, sino que era una forma de autodestrucción. Me propuse erradicar tal comportamiento y actitudes. Estaba decidido a volverme lo más egoísta e indiferente posible.
Afortunadamente fracasé en concretar un cambio tan radical. Hoy, años más tarde, todavía soy un cuidador, y probablemente lo sea siempre. Pero ahora lo considero una característica valiosa, un regalo de mi infancia que puede realzar mi vida si no lo exagero. Aunque ya no hago por los demás las cosas que ellos pueden hacer por sí mismos, aún trato de cuidarlos y de cuidarme a mí mismo. Al-Anon me ayuda a encontrar un cierto equilibrio.
Recordatorio para hoy
Hoy trataré de no condenar partes de mí mismo y de aceptar otras. Soy un conjunto de muchas partes y me amo más cuando las acepto todas.
“Tanto mis imperfecciones y fracasos como mis éxitos y dones son bendiciones de Dios, y lo deposito todo a Sus pies.”
Mahatma Gandhi
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